Puede decirse que el problema generado por el fenómeno de la violencia
juvenil, gratuita y más o menos organizada, constituye en este momento
un aspecto social preocupante aunque no alarmante.
No obstante lo anterior, no debemos olvidar la necesidad de abordar
este fenómeno porque representa un problema real de seguridad y
porque se trata de unos comportamientos y actitudes que tienen
repercusión sobre valores colectivos socialmente aceptados.

punto de vista policial, sino que, principalmente, afecta a otros ámbitos
imprescindibles para el desarrollo integral de la juventud, como pueden
ser el educativo, el familiar, el laboral, etc.
Aunque es cierto que han emergido conductas juveniles no deseables,
relacionadas con la intolerancia manifestada por determinados grupos
de jóvenes, también lo es que todas estas conductas constituyen una
postura minoritaria de la juventud ante la sociedad. La juventud actual se
muestra mayoritariamente solidaria desde el punto de vista social, y
prueba de ello es la cada vez más amplia participación de los jóvenes en
asociaciones y grupos de carácter social (ONG,s, Grupos Voluntariado
Social,...), y manifiesta valores y posturas que rechazan abiertamente la
intolerancia, la xenofobia y la marginación.
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